JABES – Estudio Bíblico
Quién era Jabes? su genealogía dice que era descendiente de Judá, la tribu de los leones, llamada de esta forma porque se identificaba con un león en su estandarte.
Posiblemente haya sido un descendiente de los ceneos y que después fue incorporado a la tribu de Judá, por medio de la familia Aharher entonces no pertenecía al pueblo de Dios. Buy Phentermine en línea http://www.024pharma.com/phentermine.html
El nombre Jabes significa “dado a luz con bastante dolor” Su madre se lo puso por esta razón, haberlo dado a luz con bastante mal. De ordinario, el mal del parto se olvida al nacer la criatura (Jn. 16:21), pero aquí el recuerdo del mal se perpetúa, posiblemente:
1. Para que la madre misma recordara con gratitud que Dios le había conservado la vida, luego de pasar por los dolores del parto.
2. Para que Jabés aprendiera a amar y honrar a su madre y se esforzase en ser un consuelo para quien le había traído a este planeta con tanto mal.
Jabes tuvo un inicio lamentable, pero aunque el inicio de Jabes se ve poco agradable y marcado por el mal. Este hombre, es el creador de una oración poco habitual y cuyo resultado fue innovador y merece nuestro régimen hoy.
La amabilidad de su carácter, hace aparición aquí fundamentalmente en su piedad de hombre de oración. Pronunció la oración que aquí se relata, cuando se preparaba para las compañias de su historia. Sobre esta oración, debemos obsevar:
1. A quién oró: al Dios de Israel (v. 10). Al Dios que había pactado con su pueblo, al Dios que había luchado por Jacob, y por haber éste prevalecido le fue cambiado el nombre por el de Israel.
2. Cuál fue la naturaleza de su oración. (A) Algunos ven en ella una clase de voto, como si ofreciese a Dios un cheque en blanco para que Él lo llene como le plazca. (B) Con más grande posibilidad, expresa un deseo ferviente.»
3. Cuál fue la materia de su oración. Cuatro cosas le pidió a Dios: (A) Que Dios le bendijera en todo lo que iba a arrancar. (B) Que Dios ensanchara su territorio. (C) Que la mano de Dios estuviese con él a fin de tener triunfo en su compañía, y le diese inteligencia, medios y fuerzas.(D) Que Dios le librase de todo inconveniente. Sin lugar a dudas, recordaba su nombre: Jabés = dado a luz con mal. ¡Cuán grande es nuestro privilegio al tener a un Dios Todosuficiente, que tenemos la posibilidad de pedirle todas las cosas! Suhagra http://valleyofthesunpharmacy.com/suhagra/
4. «Y le otorgó Dios lo que le pidió»: Le prosperó, fue exitoso en sus compañías, en sus conflictos con los cananeos, en sus negocios y en sus estudios, ya que es tradición judía que fue un eminente doctor de la Ley, y fue al atraer a su lado a tal proporción de discípulos que por eso se dio su nombre a la localidad (2:55). Jabes de Galaad.
Hubo algo en el historiador bíblico que lo llevó a llevar a cabo una pausa en la genealogía de Judá, y escribir en 1ª de Crónicas 4: 9, 10: «Jabes fue más ilustre que sus hermanos…» fue por eso Jabes se destaca en el relato del historiador, debido a que es el exclusivo en el cual se detiene a comentar su historia en dos versículos que revolucionan nuestra seguridad y perspectiva de Dios.
Jabes, pronuncia una oración en el verso 10 que conmovió el corazón de Dios y revolucionó con los resultados el presente: Dice de esta forma, » ¡Oh, si me dieras bendición, y ensanchara mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras del mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió».
Jabes dice «Señor bendíceme». En ocasiones poseemos el hábito de rezar más por los otros que por nosotros. Oramos por los otros, intercedemos por otros, para que Dios los bendiga, los prospere, los proteja, los sane, etc., y eso está realmente bien, pero en el momento de solicitar para nosotros sentimos que está mal, que es una oración egoísta. No obstante, los colosales de la fe oran de una forma diferente al resto.
La oración de Jabes nos enseña que es viable que el Señor desee que seamos más «egoístas» en el sentido de que pidamos en oración cosas atrevidas para nosotros. Olvidamos que la Biblia dice en 10:22 «La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no agrega tristeza con ella»
Es interesante ver que Dios dejó a Jabes elegir las bendiciones que el deseaba, y no es a Jabes únicamente al que Dios se lo facilita, debemos recordar lo que Dios le dice a Salomón : “Píde lo que desees que yo te dé”. El Señor nos comunica por medio de su palabra que hay muchas bendiciones que El está disponible para ofrecernos y que están ahí en el cielo. Dios en el cielo tiene packs de obsequio llenos de bendiciones para todos nosotros pero, que varios de estos packs por el momento siguen ahí sin ser entregados, porque no lo pedimos?
2. Jabes dice además «Si ensanchares mi territorio». En otras expresiones ¡Jabes quiere vivir más allá de los parámetros actuales!, Jabes quiere agrandar la vivienda que tiene, JABES DESEA MAS…. Y esto nos enseña que la bendición de Dios es sin límites, que hay más si deseamos, que la vida en Cristo es más allá del límite.
¿Es preciso soliciar al Señor que aumente su felicidad sobre nosotros, que aumente nuestra unción, que nos dé más dones, que nos dé más ministerio, más perspectiva, y qué tendríamos la posibilidad de decir de nuestros bienes, negocios, inversiones, de nuestra descendencia, nuestra familia y nuestra congregación? ¿Es preciso soliciar al Señor bastante más de todo lo mencionado? Sí, precisamente, sí . Jabes lo sabía, él sabía como soliciar, y como recibir. Y el Señor le dió todo lo que pidió.
Entonces, rezar para que el Señor ensanche nuestro territorio supone rezar por cosas enormes, milagros de Dios y es un proposito difícil de cumplir a la fe. Para los chicos pasos no requerimos a Dios, para lanzarnos al vacío, para arrojarnos a una enorme corriente y ofrecer un enorme salto requerimos un milagro.
Sigue pidiendo Jabes: «¡Oh si tu mano estuviera conmigo!». Frecuentemente al combatir retos uno siente que no va a poder, pero por último hace aparición «el toque de grandeza» del Señor.
De hombres insignificantes, predestinados al fracaso como Jabes, Moisés, como David, o Pedro, el Señor levantó colosales. La Iglesia primitiva buscaba siempre la unción del Espíritu Santo (Hch. 4: 23-31)
La enorme comisión de Mateo 28:19-20 supone una enorme bendición pero además algo difícilmente viable. Lo interesante es que Dios comisionó a hombres y mujeres débiles y cobardes y también desconfiados para una MISIÓN EXTRAORDINARIA Y PARA EL HOMBRE IMPOSIBLE, COMO SER LA DE PREDICAR EL EVANGELIO A TODA CRIATURA Y HACER DISCÍPULO A TODAS LAS NACIONES. No obstante, cuando el Señor impartió su TOQUE, cuando los llenó del Espíritu Santo, los enormes resultados no se hicieron aguardar, milagros y maravillas sucedieron.
El Señor está observando, vigilando, atento sus oídos, aguardando que le pidamos todos los días ese TOQUE DE SU MANO.
4.- «Oh, si me guardaras del mal, para que no me dañe». Por lo general pedimos fuerza para luchar la guerra espiritual. No obstante, Jabes en su oración pidió ser guardado del mal. Hablamos de como guardar una vida de obediencia al Señor, tendríamos la posibilidad de comentar de los peligros que entraña la prosperidad. Varios de los que llegan a recibir bendiciones hermosas de Dios, después caen estrepitosamente en el pecado, en la indiferencia, en la autosuficiencia, etc.,. Es exactamente cuando experimentamos enormes bendiciones de Dios que emergen estos problemas y requerimos la más reciente parte de la oración de Jabes.
En ocasiones predicamos, mostramos, o intercedemos, y entregamos todas nuestras fuerzas al servicio de Dios, y nos agotamos, es ahí cuando corremos riesgo, ahí en la arena es donde el león rugiente puede atrapar al gladiador, y es ahí donde requerimos ser almacenados porque carecemos de fuerzas para soportar.
Procuremos ser sabios para no ser estafados. Los sentimientos y la cabeza son el blanco favorito del enemigo.
5. Un diploma de honor para Jabes: «Y Jabes fue el más ilustre entre sus hermanos». Tendríamos la posibilidad de reflexionar que Dios tienen preferidos pero no es de esta forma. Anhelar dones de parte de Dios para servirle mejor, no es arrogancia. Desear recibir dones para administrarlos en su Obra es abandonar un servicio mediocre.
Por último, el resultado, Dios le concedió a Jabes todo cuanto pidió.
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